Elena aprieta con fuerza el volante, su mirada fija en la carretera virtual. Han pasado ocho meses desde el accidente cerebrovascular que le arrebató la fluidez de movimientos en su lado derecho y, con ella, su independencia. “Nunca pensé que volvería a conducir,” confiesa mientras navega con cuidado una rotonda en el simulador de conducción DRIVESIM.

El largo camino de regreso al volante

En palabras de nuestro CEO, Carlos Arias Rodríguez: “La conducción es una actividad compleja que requiere coordinación motora, atención sostenida, procesamiento visual y toma de decisiones rápidas” y estas son precisamente las funciones que suelen verse afectadas tras lesiones cerebrales o trastornos neurológicos.

En DRIVESIM, hemos desarrollado simuladores de conducción específicamente adaptados para clínicas de neurorehabilitación, convirtiéndonos en aliados estratégicos de centros médicos líderes en España y desde hace unos meses, ya estamos en conversaciones con centros de otros países europeos.

La historia de Elena no es única. Según un estudio de 2023 del Northwestern Memorial Hospital de Chicago, el 63% de los pacientes con daño cerebral adquirido consideran la recuperación de la capacidad para conducir como uno de sus tres principales objetivos de rehabilitación.

Es aquí donde la tecnología de simulación está cambiando el panorama. El Dr. Akinwuntan de Augusta University, en su estudio longitudinal con 104 pacientes post-ictus publicado en el Journal of Neurorehabilitation (2022), demostró que quienes recibieron terapia con simuladores de conducción tenían un 41% más de probabilidades de recuperar su permiso de conducir que aquellos con terapia convencional.

 La ciencia detrás de la recuperación

La fuerza de la simulación reside en que recrea con total fidelidad el exigente contexto multitarea de la conducción: obliga al paciente a coordinar movimientos, procesar estímulos visuales a gran velocidad y tomar decisiones al instante, exactamente las funciones que suele comprometer un daño cerebral.

Resultados que cambian vidas

El impacto va más allá de los números. Un estudio del Kessler Foundation (2023) con 78 pacientes de esclerosis múltiple demostró que el entrenamiento en simuladores no solo mejoró las habilidades de conducción en un 37%, sino que redujo los niveles de ansiedad y depresión en un 29%, atribuible directamente a la recuperación de autonomía.

Ser testigo de cómo un paciente que estaba convencido de que jamás volvería a sentarse tras el volante se marcha conduciendo por sus propios medios, con una sonrisa de libertad dibujada en el rostro, produce una emoción tan profunda que ninguna palabra alcanza a describirla.

Una inversión en segundas oportunidades

Las clínicas asociadas reportan resultados consistentes:

  • Reducción del 30% en el tiempo total de rehabilitación
  • Aumento del 47% en tasas de retorno a la conducción independiente
  • 92% de satisfacción entre pacientes y familiares

Beneficios para clínicas de neurorehabilitación

Evaluación objetiva y personalizada

Nuestros simuladores permiten a los profesionales clínicos evaluar con precisión las capacidades cognitivo-motoras de cada paciente en un entorno controlado. En estos momentos estamos desarrollando la generación de informes detallados por parte del software sobre tiempo de reacción, coordinación, atención dividida y toma de decisiones.

Tratamiento progresivo y adaptable

La plataforma DRIVESIM ofrece escenarios graduales de dificultad, permitiendo adaptar las sesiones según la evolución de cada paciente—desde ejercicios básicos hasta situaciones complejas de tráfico urbano e interurbano.

Seguridad y confianza

Los pacientes pueden practicar habilidades de conducción sin riesgos reales, ganando confianza gradualmente antes de volver a conducir en entornos reales.

¿Está su clínica preparada para ofrecer estas segundas oportunidades? Descubra cómo los simuladores de conducción DRIVESIM puede transformar su enfoque terapéutico con una demostración personalizada.